Jesús se revela en las Escrituras.

Para conocer a Jesús es necesario conocer la Biblia.

En Lucas 24.36 -45 se menciona un hecho muy llamativo: Cuando Jesús se presenta resucitado ante los discípulos, estos no lo reconocen. Entonces Jesús, estando en persona, se tiene que autorevelar ante ellos enseñándoles y explicándoles las profecías que en toda la Biblia hablaban de Él [1]. Los discípulos solo pudieron creer que era Él resucitado, una vez que entendieron (y creyeron) las profecías mesiánicas.

 

Es importante ver que los discípulos conocían las Escrituras, el problema es que no habían podido relacionar las profecías con los hechos en el momento en que sucedían, por eso Jesús les dice que ellos eran testigos de esas cosas, ellos lo habían vivido pero no lo supieron ver.

 

Puede decirse que para muchos creyentes de hoy en día la dificultad es la misma, pues les cuesta relacionar la profecía con el cumplimiento tanto para los hechos pasados como para los actuales. Hay una especie de “desconexión” entre La Palabra y la realidad, cuando no debería ser así.

Esta situación hace que la gran mayoría perciba la Escritura como algo “que ya pasó” como una cuestión religiosa. Pero las profecía habla de cosas de la vida real, como las señales del fin (Mateo 24, Lucas 21, Marcos 13, etc…) que profetizan precisamente de lo que sale en los periódicos en nuestros días. Sin embargo muchos creyentes no lo perciben.

En la medida que el grueso de la Iglesia no aprenda esto, cuando suceda lo que está profetizado para los tiempos finales, gran cantidad de feligreses tampoco se darán cuenta.

En el relato de Lucas 24, Jesús les “abre el entendimiento” para que ellos pudieran ver la conexión entre las profecías y la realidad de la que habían “sido testigos[2]”.

Explica además que el evangelio que debemos predicar es para el arrepentimiento y perdón de pecados. Porque la salvación nuestra depende del arrepentimiento (cambio), sin embargo en estos tiempos, la palabra “arrepentimiento” no se menciona y la prédica generalmente se enfoca en la Gracia y el Amor de Dios, lo cual implica perder una parte importante del mensaje del Evangelio.

Es necesario volver a la predicación del mensaje completo: 

1. El Reino delos cielos ya está entre nosotros.
2. Dios y derramo en la Cruz su vida en un acto de amor por todos los hombres.
3. Es necesario que prediquemos el arrepentimiento de los pecados para que todos alcancen el perdón de Dios.
4. La bendición siempre vino después del arrepentimiento.

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[1] Lucas 24.45

[2] Lucas 24.46 y 47