Salmo 69. Sobre Sosannim (Lirios).
1 Sálvame, Dios mío,
que las aguas ya me llegan al *cuello.
2 Me estoy hundiendo en una ciénaga profunda,
y no tengo dónde apoyar el pie.
Estoy en medio de profundas aguas,
y me arrastra la corriente.
3 Cansado estoy de pedir ayuda;
tengo reseca la garganta.
Mis ojos languidecen,
esperando la ayuda de mi Dios.
4 Más que los cabellos de mi cabeza
son los que me odian sin motivo;
muchos son los enemigos gratuitos
que se han propuesto destruirme.
¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?
2 Me estoy hundiendo en una ciénaga profunda,
y no tengo dónde apoyar el pie.
Estoy en medio de profundas aguas,
y me arrastra la corriente.
3 Cansado estoy de pedir ayuda;
tengo reseca la garganta.
Mis ojos languidecen,
esperando la ayuda de mi Dios.
4 Más que los cabellos de mi cabeza
son los que me odian sin motivo;
muchos son los enemigos gratuitos
que se han propuesto destruirme.
¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?
El salmista clama a Dios, en una oración intensa, presa de una angustia indecible expresa también un aire de queja (3 Cansado estoy de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Mis ojos languidecen, esperando la ayuda de mi Dios.) El salmista manifiesta la tristeza del que está siendo condenado y es inocente. (Más que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo;… se han propuesto destruirme. ¿Cómo voy a devolver lo que no he robado?)